Se está utilizando tecnologías vanguardistas de impresión 3D para producir carne con base en plantas que no sólo luce y sabe como la carne real, sino que también promueve un enfoque más sostenible y ético hacia la alimentación del futuro.
La impresión de carne basada en plantas de Forma Foods podría replantear la producción de dicho producto y su distribución a comunidades remotas, democratizando el acceso a proteína de alta calidad.
Al mismo tiempo, además de su dedicación a desarrollar tecnologías de vanguardia, Forma Foods está comprometido con la visión de un futuro más sostenible: en contraste con los altos costos, complejidad y demanda de espacio que requiere la ganadería tradicional, la producción de carne basada en plantas es mucho más eficiente y menos perjudicial para el medio ambiente, pudiendo generar 1.8 kilogramos de carne por hora, más de 100 veces la producción de una vaca.
La carne desarrollada en laboratorio por Forma Foods, emula la textura, la consistencia y el sabor de la carne asada tradicional, ofreciendo una alternativa viable y atractiva para los amantes de la carne y los consumidores veganos.
Para ello, Grissel Trujillo de Santiago y Mario Moisés Álvarez, investigadores y académicos pertenecientes a la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey, y expertos en ingeniería de tejidos, y cofundadores de la empresa, están aplicando una técnica que ambos han inventado y perfeccionado: la impresión caótica.
100% con base en plantas
Con el apoyo del Tec de Monterrey, Trujillo y Álvarez hicieron una estancia de investigación en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) y la Universidad de Harvard donde se especializaron en ingeniería de tejidos. En 2017, al volver a México, comenzaron a combinar la técnica que ambos habían inventado con los conocimientos derivados de la investigación realizada en el Tecnológico de Monterrey y en el extranjero para fabricar tejidos vivos con fines médicos y alimenticios. Inicialmente, exploraron únicamente la producción de carne a base de células animales, pero el alto costo del proceso los llevó a innovar con pastas vegetales impresas en 3D.
La carne de Forma Foods no sólo imita el tejido músculo esquelético, sino también el adiposo y conectivo, utilizando proteína de chícharo para imitar al músculo, una fibra prebiótica oriental para el tejido conectivo, y aceite de coco para el adiposo.
Integración totalmente mexicana
Con el respaldo financiero de Tec Ventures y Saya Bio, un fondo de inversión enfocado en biotecnología y salud, Forma Foods ha logrado avances significativos en su tecnología e investigación, superando el desafío de adaptar ellos mismos la tecnología de impresión 3D a la producción de carne, transformando pastas viscosas en un producto que logra la consistencia de carne real, gracias al desarrollo de un cabezal de impresión especializado, patentando desde 2019.
Ganando la confianza del mercado
Forma Foods se enfoca en tres pilares: ganarse la confianza de los consumidores, establecer alianzas estratégicas con colaboradores clave para posicionar sus productos en el mercado, y ofrecer productos innovadores y únicos.
Fue el Tec de Monterrey el primero en demostrar su apoyo y confianza en la investigación y los productos de Forma Foods, los cuales se sirven actualmente en eventos especiales ofrecidos en el campus Monterrey.
El mercado objetivo de Forma Foods no se limita a los consumidores veganos. Su carne está diseñada, entre otros, para quienes buscan reducir su consumo de carne por razones de salud, éticas o medioambientales. La demanda global de carne sigue en aumento, y las soluciones tradicionales no podrán satisfacerla de manera sostenible.
Una nueva perspectiva alimentaria, más productiva y sostenible
El futuro de la alimentación dependerá en gran medida de nuestra capacidad de innovar y desarrollar nuevas formas de producir proteína con alto valor nutricional.
Y el trabajo de Forma Foods podría ser clave para alimentar al mundo de manera sostenible en las próximas décadas.
El alcance del proyecto de Forma Foods podría tener además un impacto positivo en la salud de las personas al ofrecer una alternativa más saludable, en el medio ambiente al generar menos gas metano, considerado un gas de efecto invernadero, y a la sostenibilidad al reducir el consumo de agua y los espacios necesarios para criar el ganado.