La huella digital del #MeToo


El movimiento que ha cobrado trabajos, reputaciones, vidas y demandas tiene huellas profundas en Internet, hoy calcamos una radiografía de este polémico movimiento.

 El acoso jamás ha sido tema sencillo, día con día miles de mujeres son agredidas o acosadas sexualmente, muchas personas no se dan cuenta del tamaño de esta problemática pues piensan que solamente son casos aislados, esto no es así y es demostrado por millones de mujeres alrededor del mundo con el movimiento #MeToo traducido como “Yo También” en español. Ha sido tema de revuelo en los últimos días, pero ¿sabes de dónde surgió?


Podemos rastrear sus comienzos hasta 2006 y MySpace, donde la activista Tarana Burke inició el movimiento con este nombre, ella contó que mientras trabajaba en un refugio de jóvenes una niña de 13 años le platicó que había sido abusada por su padrastro, pero a media platica Tarana se ocupó en otro asunto y al querer volver la jovencita ya no estaba, jamás volvió a verla. Burke creó una red de acompañamiento legal con una pagina en Myspace bajo el nombre de MeToo arrepentida de no poder haberle dicho “<<Yo también>> he sido abusada”. La red aun sigue vigente y apoya casos en todo Estados Unidos.
De los 2000’s a los 2010’s ha pasado poco tiempo, pero ha sido suficiente para que los tiempos sean completamente diferentes, todo comenzó con un reportaje sobre el mundo del espectáculo, actrices con muchos seguidores y Twitter, esa maravillosa red social con odio incluido. A finales del año 2017 el movimiento resucitó, el 5 de octubre de ese año el New York Times publicó un reportaje sobre el productor de cine Harvey Weinstein y su historial de acoso sexual durante más de 30 años en contra de actrices, productores y modelos. Testificaron ocho actrices en su contra, así como ex empleados y compañeros del productor, con muchísimas pruebas delatoras. Pero por si no fuera poco, después de haber sido despedido de la empresa que además de ser co-fundador llevaba su apellido a raíz de este reportaje, más de 40 actrices reconocidas se sumaron y dijeron que -ellas también- habían sido acosadas por Weinstein.


Escandalos de este tamaño no pueden quedarse fuera de las redes en estos años, y Twitter fue el indicado, en este ambiente de acusaciones y levantamiento, la actriz Alyssa Milano publicó un tuit donde explicaba muy sencillamente que si alguien también había sido acosada o agredidas sexualmente contestara el tuit con un “Me too”. Fue cuestión de horas para que se convirtiera en hashtag y trending topic, con más de 14 millones de tuits en cuestión de unos días. En un año las denuncias llegaron a acusar 425 personas en Estados Unidos por hostigamiento sexual y abuso de poder. Muchos de estos hombres perdieron sus empleos ante las acusaciones por la mala imagen que les causaba, Kevin Spacey de House of Cards es ejemplo de esto, su show fue cancelado y el fue despedido. 


Hace algunos días el movimiento resurgió en México también con actrices, el día 22 de marzo de 2019 la comunicadora Ana G. González tuiteó en contra de Herson Barona, acusandolo de agresión, manipulación y amenazas (además de embarazos) de más de diez mujeres. Aquí también se sumaron otras mujeres en contra del escritor. El día 23 de marzo se creó el hashtag #Metooescritoresmexicanos y la cuenta @metooescritores, donde las personas dan su testimonio en contra de escritores mexicanos por agresiones sexuales, en un solo día más de 100 escritores fueron mencionados por agresión. Y solo son escritores ¿se entiende la gravedad del tema?


A raíz de esto se han creado incontables cuentas de diferentes ramos, periodistas, cineastas, políticos, religiosos, fotógrafos, artistas y demás.
Este movimiento ha crecido demasiado muy rápido, lo que ha causado un descontrol que ha resultado en una fatalidad, el día primero de abril el músico Armando Vega Gil no vió otro remedio más que el suicidio ante una acusación que, según su último mensaje antes de morir, es falsa, en el comunicado explica que a pesar de que jamás agredió a esa chica, su carrera -y su vida- ya estaba podrida por los señalamientos y prejuicios que causaría este movimiento en las personas y sus pensamientos sobre el, a sus 63 años el músico decidió que la mejor decisión era la más sencilla, quitarse la vida.