Si hasta el FBI se las ve negras para desbloquear un iPhone ¿por qué continúan los robos a pesar de la seguridad de bloqueo? ¿para qué roban iPhones si no les sirven? La respuesta está en las diferentes estafas logradas por usar iPhones como carnada y les quiero compartir varios ejemplos para que, si van a vender su riñón, mínimo sea por un iPhone original y no robado.
Un iPhone mil pesitos más barato
Esta es a primera oferta: pasas por un puesto de productos de tecnología, encuentras un iPhone mil pesos o un poco mas barato de lo normal, ves que es original, tiene un mini rayón que casi ni se nota (pero bien vale ese descuento) y lo compras, llegas a tu casa, lo prendes y está bloqueado con el iCloud de alguien más. Acto seguido la víctima en un llanto peor que Victoria Rufo en la Madrastra regresas a reclamar al local y le dicen -joven, usted disculpe, claro que se lo cambiamos, faltaba más ¿pero qué cree? mire, fíjese, cómo le explico, que ya no me quedan iPhones, ayer los vendí todos- la atención hacia la víctima todavía es muy amable pero el estafador le ofrece a cambio conformarse con un LG, un Sony, un Samsung de los que le quedan, si la víctima pide la devolución de su dinero, el estafador se negará. Lo que sigue es meter a su víctima a una aterradora zona de ilusiones, llena de vueltas en vano por un posible iPhone que nunca llegará hasta cansar a la persona y obligarlo a aceptar una cantidad menor o un teléfono no deseado.
Te lo cambio por un iPhone
Otra modalidad son los famosos intercambios de equipo y una diferencia, se trata de personas por internet o en locales comerciales que ofrecen tomar tu teléfono a cambio de un iPhone más una diferencia en efectivo tan buena que ni Slim podría rechazar, en el mejor de los casos esas diferencias son de 1,000 o 2,000 pesos y efectivamente te dan un iPhone pero está bloqueado o lo peor ¡pirata! Sí, se ve igualito de todos lados pero cuando lo prendes por primera vez, resulta ser un mugroso Android. Al regresar a reclamar los estafadores se desentienden, a veces regresan el equipo pero no el dinero y el usuario se queda sin iPhone y sin ilusiones.
El comprador/reparador de chocolate
Es común en plazas comerciales de tecnología ver gente ofreciendo servicios de compra venta y reparación de teléfonos afuera de los establecimientos, es decir, en la calle, enfrentito del local, la víctima ofrece su teléfono para reparar o a cambio, la persona toma el teléfono para evaluación, invita a los usuarios a pasar a su local y resulta ser un reparador de chocolate que huye más rápido que político corriendo por un hueso. Esta estafa ya es algo conocida pues en muchos locales hay letreros que invitan a los usuarios a no confiar en personas de la calle.
Es una pena que por algunos estafadores se manche la imagen de cientos de personas que han hecho un gran esfuerzo por pagar la renta de un local, capitalizarse y asumir los riesgos de tener un inventario costoso y atractivo para los amantes de lo que no es suyo. Es derecho de todos buscar mejores ofertas o alternativas a los candados que ponen las empresas a los precios de teléfonos, porque hay que decirlo, diez, quince o veinte mil pesos por un celular es mucho dinero en el bolsillo y en muchos de los casos ni lo valen ¿ustedes creen que un Galaxy de plástico vale los 17,500 que Samsung fijó como precio? o ¿que un iPhone de 128 GB realmente le cuesta a Apple 2,500 pesos más que el de 16 GB? Estas empresas tienen el objetivo de mejorar las ganancias y obligan a las tiendas a no competir en precios. Samsung continúa como líder de venta de teléfonos (28% en 2015) pero de acuerdo con un estudio Apple sigue siendo el teléfono más deseado y que muchos quisieran comprar pero no les alcanza y mientras siga en el gusto de la gente pero con esos precios seguirá como carnada para estafar.