Las clases a distancia han traído estrés tanto a profesores como a estudiantes y sus padres. Si tu también estás sufriendo por esta situación, aquí te dejo unos consejos que te ayudarán a hacer que la escuela en casa sea más llevadera.
Bien dicen “Cuidado con lo que deseas”, quién no recuerda estar en secundaria y pensar “¿Porqué no me puedo quedar en casa y solo mandar las tareas?”. Pues para muchos adolescentes en México y el mundo esto es una realidad, pero además de mandar las tareas, gracias a la tecnología, tienen que tomar clases virtuales a través de plataformas que antes solo eran usadas para videoconferencias.
Los padres de estudiantes en todos los niveles de educación básica se han enfrentado junto a los mismos, a los cambios que esta nueva realidad ha traído, muchas veces haciendo crecer la tensión que ya pudiera existir entre adolescentes y padres. Por eso, padres, aquí les traigo unos cuantos consejos que les ayudarán a motivar a sus hijos y, sobre todo, ayudarlos a sobrevivir a la educación en casa.
Si te es posible, brinda supervisión.
–Expertos sugieren que niños menores de 11 años reciban de 4 a 6 horas de apoyo, esto incluye, supervisión durante clases y ayuda con las tareas.
-Si tu hijo tiene 12 o más años, se recomienda que reciban entre 1 y 3 horas de supervisión y apoyo.
Puedes ayudarlos a revisar los correos de la escuela, a entender las tareas que se les asignan, porque a veces las instrucciones pueden ser no tan claras y terminar en tareas incompletas. Muy importante no les hagas la tarea, puedes ayudarles explicándoles los temas, pero no es recomendable hacer las tareas por ellos.
En internet hay información sobre cualquier cosa que puedas pensar, pero ¿Cuánta de esa información es verificada? Si el estudiante usa información que no sea real o verificada, podría causarle trabas al momento de entregar una tarea. Por eso, les recomiendo utilizar buscadores especializados como Google Académico, que solo muestra resultados con información verificada, de publicaciones científicas, con referencias bibliográficas.
Además de apoyo académico, deberás tomar en cuenta que un adolescente requiere de apoyo emocional, psicológico y en esta situación, tecnológico. Como ya lo mencionaba, este cambio tan brusco de lo que conocíamos como normal a esta nueva realidad, ha traído estrés y tensión a estudiantes de todas las edades. Por eso, padres han encontrado la manera de hablar con sus hijos de manera en que no presionen el botón rojo al momento de preguntar “¿Porqué no enviaste tu tarea?”
Es recomendado que en lugar de utilizar preguntas que puedan sonar ‘acusadoras’ como lo es “¿Porqué no hiciste la tarea?”, sean utilizadas frases como “Supe que estás teniendo dificultades con tus tareas, ¿te puedo ayudar en algo?” ya que estas brindan una sensación de apoyo y comprensión.
Permite que se tomen un pequeño descanso. Estar sentado frente a una pantalla podrá ser normal para muchas personas, pero estamos de acuerdo en que nos es saludable, por eso un descanso tanto físico como mental, les ayudará a refrescarse, relajarse un poco y recargar baterías. Un snack, un poco de ejercicio o estiramientos son recomendados.
Crea un ambiente apto para el aprendizaje, tanto físico como tecnológico. Una computadora o laptop pueden ser indispensables para acceder a las plataformas en las que se imparten las clases, pero las tabletas y smartphones no tienen que ser consideradas como una distracción. Además de que existen plataformas que son accesibles mediante dispositivos móviles, estos pueden convertirse en herramientas utilizadas para tomar notas, llevar un calendario de actividades, y enviar tareas de manera rápida, por ejemplo, en el caso de tareas que requieran adjuntar fotografías o videos que el alumno haya capturado.
Se recomienda que el estudiante tenga un espacio exclusivo para las horas de educación, por ejemplo, un escritorio despejado en el que pueda acomodar sus libros y cuadernos, así como su computadora y/o dispositivos; que les permita sentirse cómodos.
Finalmente, recuerda que este modo de escuela en casa no te convierte en el profesor de tu hijo, mira esto de manera que ahora eres un compañero de clase y les toca trabajar juntos en esto. Les aseguramos que así, ambos se sentirán más cómodos.