Si han escuchado sobre el santuario de las luciérnagas de Tlaxcala y quieren ir, vale la pena que echen un ojo a los consejos del día de hoy para que su viaje no se convierta en un proyecto chafa de la bruja de Blair
He escuchado de todo: que si ya no hay tantas luciérnagas, que si hay otro lugar por Acapulco y muchas historias que no sé de dónde salieron, etc. pero yo les voy a contar cómo me fue en la feria.
Es una de las mejores experiencias que he tenido; la mojada, la caminada y el frío valieron la pena. Ver todas esas luciérnagas volando en medio del bosque fue una explosión a mis sentidos, pero llegar no fue fácil, salir estuvo peor y ojalá alguien me hubiera dado estos consejos antes de ir. *Se lamenta bajo la lluvia y en el lodo*
Un poco de mala suerte es necesaria para que de verdad se conviertan en el pobre Josh del proyecto de la bruja de Blair y verán por qué se los digo. Primero deben apuntar las fechas: junio, julio y la primera semana de agosto (si van antes o después será inútil). Para llegar al santuario deben viajar a la aldea más cercana, se llama Nanacamilca (ok, no es aldea, pero recuerden que estamos en modo cuento de hadas). Para llegar a ese lugar desde la Ciudad de México es necesario tomar la autopista a Texcoco, después el Arco Norte; si van de Querétaro o Puebla el Arco Norte también es la opción. Ojo, ni se les ocurra usar Google Maps que los va a querer llevar por un atajo que casi hace que se nos atasque el coche. El camino es estrecho pero la mayor parte está pavimentado, pasando la aldea es cuando el camino se acaba y sigue una terracería por donde va todo mundo.
En Nanacamilpa muchas personas te ofrecen tours o ser guías, pueden unirse a un grupo ahí pero si van en auto les recomiendo llegar hasta el campamento que prefieran. Existen varios y todos tienen recorridos garantizados por cuotas establecidas, eso sí, el recorrido es 20 a 25 minutos por senderos bosque a dentro. No se asusten si el guía es tan joven que podría ser su nieto (aunque tengan 30 años), resulta que toda la comunidad se organiza y participa para darse abasto, eso incluye niños como guías.
Como decía, los avistamientos ocurren en junio y julio por ser TEMPORADA DE LLUVIAS, eso significa que puede que llueva o puede que sí, así que antes que nada lleven un buen paraguas, impermeable, protector para su teléfono y calzado antiderrapante porque habrá lodo, incluso vi una chava que llevó tacones y me tranquilizó porque todos sabemos que el asesino siempre persigue a la más débil. Hace frío, así que también vayan bien abrigados.
Si toman un tour verifiquen si llega o no a los campamentos porque de ida y regreso vi cientos de personas que llegaron en autobus o combis hasta el pueblo y los bajaron para continuar a pie más de 4 kilómetros (de regreso con lluvia). No sé si no tienen autorización de entrar con transporte de pasajeros o qué, pero casi casi ves a la abuela con el andador batallando y no se vale.
El tour inicia pocos minutos antes del crepúsculo así que deben haber pasado Nanacamilpa a más tardar a las 17 horas si quieren llegar con buen tiempo, encontrar un estacionamiento decente, con tráfico aceptable y comer algún refrigerio o botana (lleven algo). Una vez que se ponga el sol y durante unas dos horas estará prohibido prender cualquier luz: faros, linternas, velas, pantallas de celular, relojes etc. pues desorientan a las luciérnagas que se aparean al atraerse con la luz, no queremos que un macho despistado tenga coito con su teléfono.
Algunos campamentos tienen hospedaje, pero si es fin de semana y llegan sin reservación se van a reír de ustedes… es más ni los dejarán entrar al estacionamiento de huéspedes, así que reserven con tiempo. Por experiencia les diré que es mejor ir y volver el mismo día o quedarse en algún pueblo mágico de Tlaxcala o en la capital misma, su conexión carretera es muy buena y tampoco es que el estado esté muy grande.
Recapitulemos: tacones, ropa ligera, llegar a las 7, no reservar, no llevar fruta o algún tentenpie y seguir Google Maps son su boleto para protagonizar su propia versión de El laberinto del Fauno, sin Fauno. Ahora que si les llega a pasar de todas maneras vale la pena el recorrido, eso se los aseguro.