La Cámara de Diputados aprobó una Ley en la que tu número de teléfono móvil está obligado a ser registrado y asociado con tu identidad biométrica; esto como iniciativa para reducir las extorsiones por teléfono.
En México, en el 2020 y con todo mundo en casa, los delitos ‘a distancia’ como las estafas por internet y las extorsiones por teléfono se han visto en aumento. Y son estas últimas las que han visto un crecimiento que va desde el 28%, 60% hasta el 100% en distintos estados de la República.
A principios de diciembre, la Cámara de Diputados avaló la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión la cual da pie a la creación del Padrón Nacional de Usuarios que, en otras palabras, es una base de datos que contendrá todos los números de teléfono móvil junto con la fecha y hora de activación de esa línea, nombre completo del usuario (denominación o razón social), nacionalidad, número de identificación oficial con fotografía, CURP, domicilio, datos de donde se compró o contrató la línea telefónica, y finalmente, lo que está causando revuelo: los datos biométricos del usuario, constituidos por huella digital, rostro, iris y ADN. El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) será quien lleve este padrón.
Aunque esta Ley se creó buscando reducir las extorsiones, existe la preocupación de que el registro obligatorio -porque sí, es obligatorio- de líneas telefónicas asociadas a la identidad biométrica haga más daño que bien a la privacidad y seguridad de los usuarios y la ciudadanía en general.
En 2008 ya habíamos visto la creación del Registro Nacional de Usuarios de Telecomunicaciones (RENAUT), el cual fue un gran fracaso, ya que después de que la base de datos fuese puesta a la venta en el mercado negro, fue eliminado en 2011. Y lejos de lograr su meta de reducir las extorsiones, estas aumentaron en un 40% durante el tiempo que el RENAUT estuvo en operación.
Por otra parte, la Asociación Mundial de Operadores de Telefonía GSMA, reconoce que el Padrón sería fácilmente eludible, ya que existen distintas técnicas y mecanismos que son utilizados para la suplantación de números telefónicos, como la clonación de tarjetas SIM, el uso de números de otros lugares en los que no existe un registro, y sin irnos tan lejos, el robo de teléfonos móviles. Agregamos a esto, que existen servicios de Voz Sobre IP (VOIP), que permiten hacer llamadas desde un teléfono virtual, por ejemplo: Skype.
Aun más preocupante es que de acuerdo con este Dictamen, los actos realizados desde una línea telefónica asociada a una persona, son responsabilidad de la misma; a menos que existan pruebas que demuestren su inocencia. Esto es totalmente opuesto al principio de presunción de inocencia, mediante el cual una persona es inocente hasta que, con pruebas, se demuestre lo contrario.
En caso de que esta base de datos sufriera un ataque informático, fuera hackeada, la información de millones de usuarios se vería comprometida, además, siendo los datos biométricos imposibles de modificar o restituir, como si de una contraseña se tratara, podemos ver el peligro que esto representa.
Organismos internacionales defensores de los derechos humanos, advierten que una vinculación como esta, de líneas telefónicas a la identidad de una persona, ponen en la cuerda floja el derecho de comunicarse anónimamente, lo cual a su vez atenta contra la privacidad y la libertad de expresión.
Se sabe que solo países en los que no existe una libertad plena o democracia existen leyes como esta. China, Arabia Saudita y Venezuela son algunos de estos países.