Taiwán, la pandemia y el uso de tecnología para salvar vidas

Como si fuera un control de videojuego Taiwán entró a la batalla contra Covid-19 con mucha destreza, tiene registrados 7 casos de Game Over, sí, esta región con 23 millones de habitantes tiene, en sus cifras oficiales, 7 decesos por SARS-CoV-2 y menos de 600 contagios; esto fue lo que hicieron.

A pesar de la proximidad a la costa de China Continental, la cual se encuentra a tan solo 180 kilómetros, Taiwán tiene números muy diferentes que el resto del mundo a casi nueve meses del inicio de la pandemia ¿Cómo lo hicieron? Por un lado, tenemos la rápida reacción del gobierno, ya que desde el 31 de diciembre que se dio a conocer la existencia de una nueva enfermedad en la ciudad de Wuhan, Taiwán adoptó medidas como la interrupción y cancelación de vuelos; por el otro tenemos el uso de la tecnología que el gobierno implementó para vigilar que sus ciudadanos cumplieran con las cuarentenas.

En enero de 2020, Taiwán ya había establecido un centro para coordinar la respuesta a la epidemia, en ese entonces comenzó a monitorear los vuelos que llegaban desde Wuhan, ordenando cuarentena a los viajeros que fueran considerados como de riesgo.

EL gobierno tomó el control y buscó algunos atajos para anticiparse y aprovechó el uso de la tecnología. Desde que se detectó el primer caso, el 21 de enero, se trazó una red de contacto y desplazamiento de cada contagiado ¡cada uno! claro, en un principio hubo que sacrificar algunas medidas de privacidad; mediante el uso de códigos QR, se aplicó la tecnología para seguir los movimientos de las personas. Dichos códigos, una vez escaneados, te llevan a una página web en la que aparece un formulario con preguntas básicas.

Agregando un número de identificación personal, como número de pasaporte o de identificación oficial, el usuario puede anotar la posible sintomatología como tos, fiebre, etc.; estos datos son recibidos en el Centro de Control de Enfermedades de Taiwán.  Este proceso fue declarado como obligatorio por el gobierno, y aplica tanto para residentes como para extranjeros.

De esta manera, quienes mostraban síntomas compatibles con los de la nueva enfermedad eran puestos en cuarentena y se les aplicaban pruebas específicas para detectar el virus. Si se confirmaba que la persona era positiva para el virus, ahora el enfoque pasaba estar en las personas con las que había estado en contacto.

Al 2 de noviembre: 563 casos, 7 defunciones.

Pero lo que de verdad hizo la diferencia fue el monitoreo constante de todos los dispositivos móviles (principalmente los teléfonos celulares) del país. Por ejemplo, si alguien tomó un autobús, fue al supermercado y después pasó a un restaurante, pero al final del día presenta y reporta síntomas, inmediatamente después de esto, todas las personas con las que compartió el autobús o quienes estuvieron en el supermercado y restaurante, recibirán notificaciones que les ordenarán aislarse.

Fue este monitoreo constante el que ayudó a asegurarse de que las personas cumplieran con las cuarentenas, por ejemplo, la cuarentena delimitada. Esta modalidad funciona de manera que la persona se aísla por 14 días, por ejemplo, en su casa, y durante ese tiempo una torre de telefonía móvil monitorea constantemente los niveles de señal que el teléfono del usuario recibe. Así, el usuario tiene un espacio delimitado en el cual se puede mover, por lo general, de entre 30 y 50 metros, alrededor del centro de su casa. Si el usuario saliera de ese espacio, inmediatamente recibiría una alerta ordenándole que regrese a su hogar y se le notificará a las autoridades.

Además de esto, Howard Wu, un ingeniero de software, desarrolló una aplicación que mostraba, en tiempo real, mapas e información sobre la disponibilidad de cubrebocas en las farmacias, tiendas de conveniencia y supermercados. Esta aplicación se volvió tan popular que el gobierno decidió respaldarla y así se convirtió en una aplicación oficial.

El gobierno tenía que dar algo a cambio de tanta información personal de sus residentes, por eso cuenta con una plataforma de transparencia en la que el pueblo puede comentar y debatir sobre las medidas y acciones tomadas por el gobierno, mientras esto mismo, le permite conocer lo que opinan sobre las medidas para manejar la epidemia.