Hace un par de años me platicaron de Sayulita, un nombre que sólo me recordaba la canción del carretero que se va para Sayula y no tiene nada que ver con eso. Es un lugar que permite crear la atmosfera que tú quieras, lejos de los hoteles de Vallarta cuya atmosfera ya está prefabricada.
La experiencia inicio en el Aeropuerto de Vallarta, renté un Jeep (quería una opción convertible) y en la oficina de renta vi un letrero que decía «Si va a Sayulita o San Pancho avise al encargado». Al llegar a Sayulita entendí por qué; las calles que tiene son un milagro que sigan trazadas, un Jetta o un Tsuru se desarmarían a los pocos días y el negocio de renta de auto no sería negocio.
La imagen que les comparto es del Hotel Siete Lunas, un lugar que en temporada baja tiene precios que rondan los 250 dólares, no hay letreros de cómo llegar, el camino está casi perdido y hay que subir muchos escalones para llegar, pero una vez en el lugar todo el recorrido vale la pena. Como su nombre lo dice siete son las habitaciones disponibles y listas para que cada quien ponga la atmosfera que prefiere, fiesta, relajación, romance o desconectarse de esos asquerosos grupos de whats, el trabajo y el estrés.
El hotel no tiene acceso a la playa, se realiza caminando, la recomendación es la playa de los muertos que literal está a 20 metros de un cementerio, ese día me tocó escuchar música de banda en un servicio de un aniversario luctuoso.
También en Sayulita se pueden tomar clases de Surf, si eres principiante no hay problema, las olas son muy amigables, es posible andar a caballo o hacer Stand Up Paddle (nada de banana, paracaidas y esas cosas de Acapulco). A pocos minutos se puede tomar un barco a la Isla de la pasión, tiene costo privado de unos 1,300 pesos (es mejor que un Tour que ofrecen ya armado), solo se debe negociar con lancheros en el muelle de Punta de Mita o Punta Mita o como le quieran llamar.
Si quieren más tranquilidad, a unos minutos después de Sayulita está San Pancho, un lugar que no tiene nada de atractivo y ese es el atractivo que es muy calmado, poca gente y unos cuantos restaurantes a la orilla de la playa.
La recomendación final es preparar una buena cámara o llevar un teléfono resistente al agua, yo tomé video en cámara lenta y fue fantástico, con gusto les compartiré un pequeño video que hice.