¿Estarían de acuerdo en que los maestros permitan a los alumnos usar su teléfono en el aula? La respuesta es sí, perooo no se trata de que anden como gringos en springbreak, hoy veremos cómo hacerle para que no te regañen, mejor para que saques provecho como herramienta educativa.
El truco de usar un teléfono en clase es que el maestro determine cuando y no lo digo porque un día se me ocurrió, resulta que un estudio del MIT (básicamente la universidad más importante de tecnología en América), reveló que usar el teléfono como gringo en Cancún provocó una baja de 18% en calificaciones de los alumnos, perooo, cuando los alumnos usaron el teléfono cuando el maestro se los ordenó resulta que les fue mucho mejor.
Entrevisté a varios maestros de secundaría y prepa en México y todos coincidieron en dos cosas: El tema de teléfonos se da entre maestros de ciertas edades o afines a la tecnología y segundo, que son tantos los alumnos que ya tienen un teléfono que es efectivo llegar a ellos a través de mensajes o Apps.
Es más, en Argentina ya surgió la primera «PokeMaestra», una maestra que uso pokemones para explicar la evolución, lo hizo porque todos en sus salón solo hablaban del juego PokemónGo. Otros maestros usan grupos de WhatsApp para fortalecer la comunicación con sus alumnos o los padres y compartir información relevante como tareas, emergencias médicas o temas de seguridad.
Lo mejor es que con el teléfono también se puede aprovechar para:
1.- Usar la cámara para documentar visitas a museos o eventos académicos.
2.- Usar apps como PhotoMath para llevarte paso a paso cómo solucionar problemas (para quién diga que les haría el trabajo, les diré que una calculadora científica da el resultado pero no dice cómo logró).
3.- Aprender de otras clases, conferencias y tutoriales gracias a los videos.
Los teléfonos y tabletas llegaron para quedarse y evolucionar, si bien los programas de gobierno para regalar tabletas en escuelas no han resultado como esperaban, está en cada maestro subirse al tren de la tecnología en favor de la educación y no pelearse con ella, pues no llegó para suplir los libros o el papel, llegó como una artículo más en la mochila ¿no creen?